lunes, 13 de febrero de 2012

¿Clínica o Evaluación?

      Shula Eldar - Patricia Heffes 
¿Por qué hacernos esta pregunta?
Porque se trata de una elección obligada entre dos dimensiones antinómicas cuyas consecuencias son determinantes y quizás irreversibles.
La clínica se refiere a un sujeto, lo reconoce y respeta su singularidad.
La evaluación lo generaliza y por eso lo aplasta, lo ignora, lo excluye.
En el contexto social actual, haciendo uso de los significantes dominantes, podríamos escribir la pregunta del siguiente modo: ¿Producción de sujetos o ingeniería -genética, social, política-?
Para el psicoanálisis se trata siempre del sujeto del inconsciente, del parlêtre.

¿Qué lo define?
La imbricación entre cuerpo y lenguaje o, más precisamente, la percusión del cuerpo por un significante1.
La ideología de la evaluación ha penetrado en todos los ámbitos de la realidad intentando imprimir criterios unificados  a todo lo existente. Los aparatos del poder, - a través de lo que M. Foucault llamó bio-política y que Jacques-Alain Miller actualiza con  el sintagma epistemo-política2 para el caso concreto de la transmisión del saber en la educación -,  procuran contentar al sujeto y mantenerlo sumiso.
El “aislamiento conectado de la época inalámbrica” según expresión de Tony Judt3 pone en juego una paradoja reveladora: quien se imagina estar conectado a través de la tecnología está realmente aislado. La actualidad mundial muestra descarnadamente hasta dónde han llegado los efectos de estas nuevas servidumbres.

Entonces ¿cómo volver a infiltrar al sujeto en las prácticas que lo implican? ¿Cómo permitirle reconquistar su lugar?
Nuestra propuesta es trabajar sobre estas preguntas, a partir de la experiencia, con los textos, con ejemplos tomados de diversas prácticas.




1 - Jacques Alain Miller - El niño y el saber. Presentación del tema de la segunda Jornada de estudio del Instituto del Niño. Inédito.
2 - Ibid.
3 - Tony Judt- Algo va mal. Taurus Minor. Madrid 2011. P.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

.