jueves, 25 de julio de 2013

Conversaciones sobre bioética y otras cuestiones

Estimados lectores:

Con este post concluimos el trabajo del Curso. Nos volvemos a encontrar luego de nuestras vacaciones de verano.
Buena lectura y los esperamos a todos en septiembre.
¡Hasta entonces!



Conversaciones sobre bioética  y otras cuestiones
Shula Eldar – Patricia Heffes

En el mes de junio, mantuvimos una amable charla con el médico Antoni Sitges Serra, catedrático de cirugía, quien ejerce como cirujano en el Hospital del Mar.  Un artículo suyo, citado por Susanna Vendrell en una reunión de  trabajo del Grupo de Investigación, llamó nuestra atención. A raíz de ello le propusimos un encuentro.


Intercambiamos ideas y experiencias, y nos centramos sobre la posición del médico en la “feria del mundo hipermoderno”, un mundo dominado por la tecno-ciencia.

-         Comenzó diciendo…

El punto de partida: la intuición seminal de Heidegger. El pensamiento científico como una nueva fe que pone en tensión y tiende a borrar los límites entre lo que es creencia y lo que es  ciencia. Para el científico la ciencia que se convierte en creencia va perdiendo lo que le es propio. Los ciudadanos confían en los médicos y esto es sintomático de nuestro tiempo  donde la ciencia ha llegado a convencer hasta el punto de creer que la ciencia abre el camino hacia la inmortalidad, como dejan entrever muchas veces la TV, la prensa, etc.

-         ¿Se pide entonces un acto de fe?¡Interesante recordar que Lacan dijo que la fe es la feria!1
Los aliados de la ciencia en el momento actual podrían ser: la crisis religiosa, el auge del capitalismo, la falta de sentido, la crisis política… es un momento en el cual la ciencia puede asumir el prestigio social y ser  un referente para el ciudadano que no confía en ninguna institución. De manera que, además de los problemas inherentes a la ciencia, hay factores de entorno: la mercantilización, el consumo. La ciencia ofrece cosas, ha evolucionado hacia una tecnificación progresiva que va sustituyendo a lo ideológico, el hombre se abraza un poco a ella.

-         “Pero lo real real, si puedo decir es aquel al que podemos acceder por una vía precisa que es la vía científica…la de las pequeñas ecuaciones. Ese real es el que nos falta completamente….”2

La ciencia ha dado un salto enorme desde la segunda mitad del siglo xx. El bagaje de conocimientos que nos llega a los médicos se ve ampliado por las ciencias básicas, muy importantes para entender la enfermedad. Los programas de estudio de medicina se han ido impregnando de biologización. El movimiento biologista  crece hacia finales del siglo XX y la medicina se ve castigada por una tradición muy biológica, que cuantifica y encierra a la medicina entre la numerología y las pruebas biológicas.
El movimiento de la medicina basada en la evidencia (MBE) comienza cuando se intenta situar las cosas a partir de alguna prueba-evidencia fiable. Esto pone en juego, en un primer momento, el hecho que los médicos deben tratar a sus enfermos a partir de conocimientos más correctos. Pero, en la generación de conocimiento existe, también, el riesgo de que haya conocimiento que se genera de forma interesada, precipitada, errónea. La MBE nace con la idea de seleccionar aquella información obtenida con métodos fiables. Pero, a la vez, relega mucho el papel del clínico.

-         “En la medida en que las exigencias sociales están condicionadas por la aparición de un hombre que sirve a las condiciones de mundo científico, dotado de nuevos poderes de investigación y de búsqueda, el médico se encuentra enfrentado con problemas nuevos.” 3

El que sufre un poco más de esto es el médico que intenta personalizar la medicina en su paciente y eso es uno de los dilemas actuales. Tenemos un cuerpo de conocimientos que hay que aplicar en situaciones concretas y esto va bien y… a veces, no tanto.
La MBE ha traído consigo más rigor, filtra los conocimientos que se generan a partir de la industria. Pero, el problema aparece cuando el protocolo se fosiliza, este intento de fijar la asistencia médica es la parte negativa. Lo positivo es que se han relegado creencias o prejuicios, un trabajo de poda sano. Por otro lado, esto ha traído consigo una rigidificación de la medicina que en muchos aspectos ha sido potenciada por la industria farmacéutica que la ha contaminado con intereses de mercado. La MBE es un movimiento esencialmente académico pero corrompido, últimamente, por algunos intereses comerciales. Muchos ensayos clínicos están mercantilizados… El ensayo clínico es un hecho potente que está destinado a racionalizar el tratamiento. Pero, si el médico no tiene una mínima flexibilidad para aplicar el protocolo a los pacientes  la experiencia clínica es un desastre. Al final, la MBE que relega el papel del clínico para potenciar el ensayo clínico randomizado se da cuenta que quien dice si el ensayo clínico randomizado está bien hecho es el clínico. Con ello se vuelve a revitalizar el papel del clínico, del hombre que no se vende al ensayo clínico sino que lo critica.
Esto conecta con la formación.  En EEUU se piensa en volver a admitir a gente que viene de las humanidades.

-         “El médico es requerido en la función de científico fisiologista, pero sufre también otros llamados…es en el registro del modo de respuesta a la demanda donde está la posibilidad de supervivencia de la posición propiamente médica.” 4

Los estudiantes desde hace ya dos décadas reciben las dosis de conocimiento como quien abre el ordenador y le da al ratón. Es muy raro que los estudiantes hagan una pregunta,  increpen al docente. Los estudiantes actuales son pasivos. Necesitamos en las facultades gente que frente a determinadas realidades sean capaces de expresarse críticamente.
Y a nosotros nos toman como herejes…Quien sale un poco del sistema es un hereje. En mi campo que es el de la cirugía el abuso tecnológico es notable.
La industria es un lobby muy potente y juega sobre la promesa de inmortalidad.

Cuando la sociedad  goza de los mejores niveles en cuanto a resultados científicos entonces: ¡todos medicalizados o mejor: todos enfermos! Médicos “a sueldo”  exponen resultados positivos y ocultan el lado oscuro de la medicación, en favor del marketing. El imperio del cinismo sobre nuestra civilización!
La MBE se encuentra con una patologíaSe la disfraza, varios expertos hablan de un medicamento salvador y así adquiere valor sagrado. La fe en la ciencia la coloca en el lugar de una religión, la religión de nuestros días. Y como tal, deja a los fieles presos en la creencia, obligados a renunciar a sus propias ideas y por tanto, pasivos frente a su acción. 
Sin embargo, existe una red de asociaciones y personas que ya están trabajando contra este fenómeno de nuestro tiempo llamado: medicalización social. Basta con entrar en Internet o buscar en las librerías para constatarlo.


Notas:
1-     Lacan, J. “El triunfo de la religión”, p.95, Ed.Seuil, 2005
2-     Ibid. P.93
3-     Lacan, J. “Psicoanálisis y medicina”, Escritos, Ed. Siglo XXI, p.89
4-     Ibid., p.90

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