La próxima reunión contaremos con una contribución que
plantea algunos aspectos de la parentalidad en los tiempos actuales.
Montserrat Rodríguez nos remite la siguiente referencia.
El reverso de la familia[i]
Les propondré que tomemos como tema de debate un texto muy breve de
Lacan que llegó a mí bajo la forma de dos pedazos de papel de Jenny Aubry[ii], de
tal modo que creí que se trataba de dos notas distintas que a pedido suyo Lacan
le había hecho llegar. Una vez publicada en su totalidad, me di cuenta que se
trataba de un solo texto, un recto verso, con muy pocos parágrafos,
extremadamente eficaz, pero enteramente escrito en la perspectiva del síntoma,
lo que nos lleva a reconstituir lo que sería la segunda perspectiva, la del sinthome.
Es un texto en el que Lacan toma la experiencia de lo que llama “el
fracaso de las utopías comunitarias”, que existían en la época en que se
buscaba ensanchar el círculo de la familia, criar los niños en común, y hacer existir
una entidad colectiva más allá del círculo de la familia. Es divertido
constatar, exactamente al contrario, la vitalidad de la vida conyugal,
modificada apenas, modificada por la homosexualidad. Se verifica que la función
de la familia conyugal permanece dominante y que ya no se trata de la utopía
comunitaria.
Se puede observar la lucidez de Lacan cuando destaca que la familia
conyugal tiene una función de residuo en la evolución de las sociedades, y que
ella se mantendrá precisamente porque se encuentra en el estado de residuo, en
el estado de pequeño objeto a. Lo que vivimos hoy día lo confirma. Interpreta
esta resistencia misma de la familia conyugal por el carácter irreductible de
la transmisión, no la transmisión de un saber, ni la transmisión de las
necesidades, sino una transmisión constituyente para el sujeto. Esto supone su
relación a un deseo que no sea anónimo. ¡Esto es verdaderamente fuerte! Hay
allí una necesidad, es decir, algo que no cesa de escribirse. No importa quien
pueda hacer función ni interesarse en no importa quién que tenga la posibilidad
del deseo. Es necesario que el sujeto sea aquí llamado en la singularidad del
je, del mismo modo que uno no se analiza con el psicoanálisis, sino con un o
una psicoanalista. No alcanza con leer Freud y Lacan para analizarse con. Esto
debe ser activado de un modo que no sea anónimo. En este nuevo desciframiento
que Lacan propone y al mismo tiempo permite, insiste en que la madre tenga un
interés particularizado por el niño y que el padre sostenga una encarnación de
la ley en el deseo, es decir que no esté desencarnado. Y el grave error fue
considerar que Lacan, en la metáfora paterna, exaltaba la función paterna de la
cual durante largo tiempo había señalado su decadencia. Se trata, al contrario,
de una matriz de funciones freudianas que, presentada así, permite descubrir
que sólo se trata de semblantes.
En esta nota Lacan introduce la referencia al síntoma del niño como
representante de una verdad. Hay también observaciones muy interesantes que conciernen
al síntoma somático del niño y los recursos que le ofrece, que hace pensar en
lo que se ve hoy desgraciadamente del lado de ciertas familias de autistas que
descubren un recurso inagotable para testimoniar de la culpabilidad, servir de
fetiche o encarnar un rechazo primordial; estas tres versiones reflejan, me
parece, la neurosis, la perversión y la psicosis.
Dicho de otra manera, propongo que adoptemos para las próximas Jornadas
el tema familiar, ilustrado por los casos clínicos: ¿Por qué no “Los fenómenos
familiares”? Más serio: “El lazo familiar en la experiencia analítica”. El lazo
familiar es en efecto una forma bien particular del lazo social. Podríamos
incluso decir que es el único lazo que se inscribe en una relación que podemos
soñar que es natural. En fin, está sin embargo completamente desnaturalizado y
tal como Lacan observa en el Seminario “El
Sinthoma”, la naturaleza es un popurrí de fuera de la naturaleza[iii].
[i] Extracto de la Intervención de Jacques-Alain Miller en las XXXIV
Jornadas de la ECF en Noviembre de 2005(Texto establecido por Monique Amirault
y Dominique Holvoet) “Consecuencias”, 8.
[ii] Lacan,J. “Nota sobre el niño”, Autres
Écrits, Seuil 2001, p. 373-374
[iii] Lacan,J. El Seminario El sinthoma,
Libro XXIII, Paris, Seuil, 2005, p. 12.
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