Shakespeare

                                                                                                              Shula Eldar

Ha sido el aniversario de Shakespeare. 450 años. ¿De su nacimiento? ¿De su muerte?

No importa mucho. Encerrarlo en la cronología es inútil para lo que permanece siempre vivo en su letra….

 Javier Marías escribía sobre Shakespeare en “El País” (16 de abril) y lo nombraba "el mayor inspirador". 

Me gustó lo que decía. Dejaba caer algunas pinceladas sobre nuestra época que "rehúye hoy a los escritores geniales...la mediocridad se encuentra amenazada por el talento".

Decía: "Lejos de desanimarme su grandeza y su misterio me invitan a escribir, me espolean, incluso me dan ideas: las que él sólo esbozó y dejó de lado, las que se limitó a sugerir o enunciar de pasada y decidió no desarrollar ni adentrarse en ellas. Las que no están expuestas y uno debe "adivinar". Por eso he hablado de misterio.... si uno se detiene a mirar mejor, o a analizar frases que ha comprendido en primera instancia, se percata a menudo de que no siempre las entiende, de que resultan enigmáticas, de que contienen más de lo que dicen, o de que además de decir lo que dicen, dejan flotando en el aire una niebla de sentidos y posibilidades, de resonancias y de ecos, de ambigüedades y de contradicciones; de que no se agotan ni se acaban en su propia formulación, ni por lo tanto en lo escrito."

Evoquemos a Hamlet. La canción que Ofelia canta en su locura. (Acto IV, escena V)

Larded with sweet flowers;

Which bewept to the grve did go

with true - love showers...

"Poor Ophelia!", dice el Rey 

"Divided from herself and her fair judgment, without the which we are pictures or mere beasts...."